Frente a los tratados teóricos sobre Derecho destacamos la obra Practica civil y criminal, y instrucción de escrivanos, de Gabriel de Monterroso y Alvarado publicada en 1566. Es una obra eminentemente práctica y dedicada a servir de guía a los abogados y escribanos en los juicios que tuvo una gran importancia como lo demuestran las sucesivas ediciones de la misma. Su carácter pragmático se observa en su estructura: consta de nueve tratados, subdivididos a su vez en capítulos y estos en los distintos casos que se resuelven. Las tablas al final de la obra informan de manera escueta el contenido de cada tratado y recogen de manera exhaustiva todos los ejemplos.
La edición de 1571 de Practica civil y criminal, y instrucción de escrivanos, figura en la relación de obras jurídicas insertas en las listas presentadas a la Inquisición por las bibliotecas y librerías de la Nueva España entre los años 1585-1694, siendo testimonio de la importancia que este tipo de literatura jurídica tuvo en las colonias. En febrero de 1569 se concede a Gabriel de Monterroso una Real Cédula con el privilegio para imprimir y vender esta obra durante veinte años en “Nueva España, Nueva Galicia, Guatemala, Honduras…”