Hasta la Edad Moderna el estilo epistolar mantenía algunos elementos de la retórica de la Edad de Oro, pero ya en el siglo XVIII, con la generalización de la escritura de cartas, se introdujeron simplificaciones en las fórmulas empleadas para redactar diversos tipos de cartas, como las felicitaciones navideñas (conocidas entonces como cartas de pascuas), las cartas de recomendación y las de pésame. En este contexto Gerónimo Zaldívar, secretario del Cabildo de la Seo de Zaragoza escribió estas Cartas en estilo llano para luz y norma de principiantes … con el objetivo de instruir a los escribanos noveles en las fórmulas de cortesía que se utilizaban en aquel tiempo para todo tipo de correspondencia. El autor indica en el prólogo de su obra que su intención es emplear un “llano y fácil estilo”, aunque las fórmulas recurrentes que utiliza pueden parecernos hoy día demasiado complicadas y cargadas de formalidades.