Se trata de uno de los tratados clásicos en materia de mayorazgos que tuvo gran difusión en Europa y las Indias. Luis de Molina, su autor, está considerado como uno de los más notables juristas del siglo XVI. En su obra Pro succesione regni Portugalliae Allegatio defendió los derechos de sucesión a la corona de Portugal de Felipe II, a quien dedicó la obra que hoy nos ocupa. En ella se analiza detalladamente la regulación de la hispánica institución de los mayorazgos y sus vinculaciones, de sustancial importancia en la vida social y económica española hasta mediados del siglo XIX. Reeditada varias veces a lo largo de los siglos XVI y XVII, esta obra mereció la publicación de unas Additiones seu illustrationes aureas escritas por los doctores Baltasar Gilimón de la Mota y Antonio de la Cueva y Siva y editadas en 1634 y 1657; de la misma manera, formó y dio a la imprenta otras Additiones et observationes José Maldonado Pardo en 1667; finalmente, en la edición de 1677 se añadieron unas observaciones de Fernando Alfonso del Águila y Rojas.