La obra de Terencio despertó un importante interés durante todo el Renacimiento, con destacada presencia en los programas escolares para el aprendizaje del latín, debido esencialmente a la carga moral de sus comedias, razón por la que fue preferido frente a otros autores como Plauto
Terencio fue bien conocido en España, como lo demuestra su influencia en la literatura peninsular de los siglos XVI y XVII, y las numerosas ediciones de sus obras, incluida la primera traducción al castellano del humanista Pedro Simón Abril. En este contexto se sitúa la edición de esta denominada Triplex edita impresa en Lyon en 1560.